El uso eficiente del agua en la agricultura de la mano de la FAO
Una nueva herramienta puesta en marcha por la FAO deviene hoy importante tecnología para un uso más racional del agua en la agricultura, sobre todo en naciones donde el vital líquido es escaso.
La base de datos de acceso libre WaPor (por sus siglas en inglés Water Productivity Open-access portal), activada por el organismo de las Naciones Unidas, permite medir la eficacia del uso del agua en los sistemas agrícolas.
La nueva tecnología, a través de imágenes de satélite, ayuda a los agricultores a obtener rendimientos más fiables, optimizar sus sistemas de riego y disponer de servicios hídricos más fiables, rentables y adaptados al incremento de la variabilidad climática.
WaPOR utiliza una metodología basada en píxeles para producir mapas integrales y se vale de la potencia de Google Earth para elaborar mapas que muestran la cantidad de biomasa y el rendimiento por metro cúbico de agua consumida.
Además, cuando la información se combina con datos en tiempo real, los expertos de extensión agrícola pueden ayudar a los campesinos a lograr rendimientos más fiables y mejorar sus medios de subsistencia.
El sistema, concebido para África y el Próximo Oriente, y en particular para naciones con limitada disponibilidad de agua, fue diseñado por tecnólogos de la información de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), junto a expertos de Tierra y Agua, a través de un proyecto financiado por el gobierno de los Países Bajos.
La base de datos a nivel del continente está disponible desde su presentación a finales de esta semana y a nivel nacional estará apta para su uso en junio en 17 países y en octubre se añadirá más información en áreas piloto de El Líbano, Etiopía y Malí.
Para María Helena Semedo, subdirectora general de la FAO para Cambio Climático y Recursos Naturales, es prioritario hacer que cada gota cuente y cubrir las crecientes necesidades de la producción de alimentos con incrementos de eficiencia en el uso de ese preciado recurso.
René Castro, director general adjunto de la FAO al frente del área de Biodiversidad, Tierra y Agua, por su parte precisó el interés de contribuir a que los pequeños agricultores puedan acceder a información geoespacial para optimizar la disponibilidad de agua y frenar su vulnerabilidad al cambio climático.
La iniciativa, presentada en la sede de la FAO, en esta capital, está sustentada en el documento Hace frente a la escasez de agua en la agricultura: marco de acción mundial en un clima cambiante.
El texto señala lo insostenible de los sistemas agrícolas actuales, cada vez más consumidores y la apremiante necesidad actual y futura de producir más alimentos con menos agua.
En el siglo XX, el uso del agua se expandió a más del doble de la tasa de crecimiento de la población y está previsto que la población crecerá entre dos mil y nueve mil 300 millones en el 2050, junto también a un cambio de dieta alimentaria tal como se avizora.
Se trata, para hacer frente a ese desafío, de encontrar maneras más inteligentes y eficientes de usar el agua y propiciar una agricultura más productiva, que permita satisfacer la creciente demanda de alimentos y alcanzar la meta de 2030 para el Desarrollo Sostenible de hambre cero.
El instituto Delft, la mayor institución académica internacional sobre el tema, el cual es parte de la Unesco, y el Instituto Internacional de Gestión del Agua, unidos a la FAO, impulsan en los países en desarrollo la capacidad de utilización de esta nueva tecnología.
Junto a otros expertos colaboradores el plan tiene previsto el uso de aplicaciones de fácil ejecución en teléfonos inteligentes y facilitar el acceso a nivel local de la información de la base de datos espacial.
La contabilidad del agua, tal como lo define la FAO, se promueve cada vez más como un instrumento imprescindible, sobre todo en los lugares donde más escasea, para evaluar disponibilidad, uso equitativo y adecuada utilización doméstica, industrial y econsistémica.
Fuente: Prensa Latina
Publicado: 22 de abril de 2017
