Seguridad Alimentaria y efectos del cambio climático
De acuerdo a estudio de la Organización Panamericana de Salud y Organización Mundial de Salud, países como Bolivia están con mayor riesgo de inseguridad alimentaria por los efectos que el cambio climático tiene en la agricultura.
Durante los últimos años, son recurrentes los efectos del cambio climático como son las sequías y las heladas que perjudican la producción agrícola en zonas de valle y el altiplano. Mientras que en el chaco, luego de la sequía, el exceso de lluvias provocó caídas de puentes, derrumbes en las carreteras e inundaciones en poblaciones.
La Madre Tierra, está siendo crucificada por la codicia del capitalismo, por las empresas transnacionales que explotan los recursos naturales contaminando el medio ambiente, a tal punto que ha perdido su equilibrio natural, cuyas consecuencias son los efectos del cambio climático y las que sufren son las familias ubicadas en las áreas de explotación.
Las consecuencias afectan a todos los bolivianos y bolivianas, pero los que más soportan la falta de alimentación son las familias que viven de la agricultura, quienes ahora están en la miseria y el hambre por falta de alimentos. Su único camino, es la migración hacia las ciudades, dejando en casa a niños y niñas con poca o casi ninguna alimentación.
Es así, que la inseguridad alimentaria es crítica en las comunidades campesinas e indígenas, donde primero afecto la sequía, luego las heladas y las granizadas que devastaron la producción agrícola, cuyas consecuencias las sufren los niños y las niñas. La situación es similar en las familias de bajos recursos que viven en las ciudades, porque no tienen empleo seguro ni servicios básicos esenciales como el agua.
Por tanto, el Estado en el nivel nacional, departamental y municipal; como las organizaciones de la sociedad civil, están retados a trabajar juntos; elaborando planes de seguridad alimentaria a corto y mediano plazo para asegurar alimentos.
En ese sentido, el Estado está llamado a garantizar el acceso de alimentos para la población, tal como dice la Constitución Política del Estado (art. 16), que la alimentación es un derecho fundamental. En el Plan de Desarrollo Económico y Social del gobierno, una de sus metas del pilar Nº8, es eliminar el hambre, la desnutrición y reducir la mal nutrición hasta el 2020; por lo que los bolivianos y bolivianas, estamos llamados a contribuir para garantizar alimentos sanos y de calidad para todos, porque el hambre no tiene colores políticos.
Fuente: Aclo
Publicado: 17 de abril de 2017
