Acabar con el hambre supondría aumentar un 60% la producción agrícola mundial

El edificio Euroforum en San Lorenzo de El Escorial ha amanecido rodeado de la Guardia Civil. Los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid han recibido a la Reina Letizia, que ha acudido en su condición de embajadora de nutrición de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO).

La ecuación perfecta para reducir el hambre en el mundo tiene tres claves sencillas: una voluntad política, una distribución equitativa y estabilidad. Así lo explicaba ayer Trueba. “Los ejes a la hora de pensar en acabar con el hambre es centrarse en la población’’,¿cuántas personas habitarán el mundo en 2050?Actualmente somos 7.349 millones de personas y se estima, según la FAO, que en 2050 seremos 9.721 millones. “Hay que ser conscientes de este aumento demográfico, ¡en 2100 llegaríamos a ser 11.213 millones de personas!”.

Las hambrunas pueden producirse por distintos factores que van desde la disponibilidad de recursos económicos, el difícil acceso a zonas de cultivo hasta riesgos y conflictos políticos.Actualmente hay 15.000 millones de hectáreas dedicadas en el mundo a producir alimentos y se espera un crecimiento vegetativo importante.

Maria Helena Semedo ha dado su conferencia por Skype, y ha hecho referencia al suelo como bien no renovable que estamos desperdiciando. “Elevar el suelo al nivel del petróleo no es ninguna tontería: un buen suelo de cultivo tarda 1.000 años en recuperarse de una modificación o contaminación”.

El 30% de la comida que se produce en el mundo se tira

La responsabilidad de todo esto reside en los países y sus políticas, así lo ha ratificado su majestad Letizia en la ponencia de Juan García Cebolla. Esto ocurre sobre todo en los países desarrollados. Una de las medidas más interesantes del curso ha sido el incentivar los activos agrícolas para aumentar la calidad de vida y la posición social de las personas. “Que la pobreza, el hambre y el medio rural estén conectados no es ninguna casualidad”, afirma Semedo.

Un tercio de la comida que se produce se tira a la basura. Estos datos son inevitables pero llaman a la reflexión al compararlos con las 795 millones de personas en el mundo no tienen suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa. El apoyo a la pequeña agricultura y al consumo de productos locales son propuestas que se ofrecen a los ciudadanos para ayudar a acabar con el hambre en el mundo.

Si no se paraliza el cambio climático no se podrá acabar con el hambre en el mundo

Todos los ponentes han insistido mucho en la gran necesidad de llevar a cabo los acuerdos tomados en París. El cambio climático afecta a los cultivos. El 2050 se estima que se reduzca en un 10-25% la producción agrícola.

Tras los Acuerdos del clima de París (COP21) se va a obligar a todos los países a tomar las medidas necesarias para que la temperatura terrestre no ascienda más de dos grados. Y, como medida innovadora, se ha creado un fondo verde en el que cada país meterá 6.000 millones de dólares al año.

Siempre se ha pensado que la agricultura había sido el factor clave que incentivaba el cambio climático, “pero ahora presentamos la propuesta contraria: la agricultura como solución sostenible para el calentamiento global”, explica Semedo.

La nutrición es clave para acabar con el hambre

No es lo mismo estar desnutrido que hambriento, son matices que el proyecto Hambre ceroquiere diferenciar. “Lo ideal sería acabar con el hambre y, a la vez, con una nutrición equilibrada”, explica la reina Letizia. Esto lo corrobora Semedo que dice que no se trata tanto de saciar el hambre como de alimentar equilibradamente a la población”. Para atacar la malnutrición habría que garantizar los recursos del agua y la igualdad de la mujeren la sociedad laboral.

El curso Hambre cero finaliza el próximo 1 de julio y acogerá ponencias del alcalde de Valencia Joan Ribó, el presidente ejecutivo de PRISA Juan Luis Cebrián, el periodista Martín Caparrós y el director general de la FAO José Graziano da Silva. El objetivo de acabar con el hambre de mundo suena utópico y “a chiste”, según algunos alumnos que pasan por los pasillos y comentan el título.

Respecto a la presencia de la reina Letizia, los alumnos del curso Irene, Álvaro y Janina han explicado abez.es que ha estado muy atenta, comentando temas de nutrición y de las carreras de cada uno. “Es una buena embajadora en nutrición, se le nota que sabe del tema” comenta Alexandra. De hecho, se ha negado aprobar las pastas del desayuno porque se fabrican con aceite de palma. Anécdotas a parte, la reina ha atendido a los medios y a los vecinos de pueblo que se han acercado a saludar.

Las dudas se despejarán dentro de 10 años, pero la actuación debe ser inmediata:“Que lo consigamos es otra cosa, pero los procedimientos están ahí”, finaliza el director del curso Enrique Yeves.

Fuente: Agriculturers.