Un nuevo reporte [1] publicado hoy por la consultora agro-ambiental británica PG Economics ha demostrado que en los 20 años de uso de cultivos transgénicos estos han reducido significativamente el impacto ambiental de la agricultura y han estimulado el crecimiento económico en los 26 países donde se cosechan.
Esta innovadora tecnología agrícola ha contribuido a preservar los recursos naturales de la tierra, al mismo tiempo que permite a los agricultores cultivar más alimentos, de mejor calidad y usando menos tierra. También la tecnología ha ayudado a aliviar la pobreza de 16,5 millones de personas, en su mayoría pequeños agricultores de países en desarrollo.
"En los últimos 20 años, donde se les ha dado acceso y la elección de cultivos genéticamente modificados (GM) a los agricultores, estos han adoptado sistemáticamente la tecnología, contribuyendo a un suministro de alimentos más sostenible y un mejor ambiente donde vivir", dijo Graham Brookes, director de PG Economics y co-autor del informe.
Puntos destacados del informe revisado por pares [2]
Los cultivos genéticamente modificados han reducido el impacto ambiental de la agricultura:
Estos cultivos han reducido significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la agricultura al ayudar a los agricultores a adoptar prácticas más sostenibles como la labranza cero, lo que disminuye la quema de combustibles fósiles y retiene más carbono en el suelo. Por ejemplo, si los cultivos genéticamente modificados no se hubieran cultivado el 2015, se habrían emitido otros 26.700 millones de kilogramos de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que equivale a añadir 11,9 millones de automóviles a las carreteras.
Desde 1996 a 2015, la biotecnología agrícola redujo la pulverización de fitosanitarios/pesticidas en 619 millones de kilogramos, una reducción global del 8,1%. Esto equivale a más del uso total de productos fitosanitarios en China cada año [3]. Como resultado, los agricultores que cultivan cultivos biotecnológicos han reducido el impacto ambiental asociado con sus prácticas de protección de cultivos en un 18,6% [4].
La biotecnología de estos cultivos ha reducido la presión de utilizar nuevas tierras en la agricultura y ha contribuido a la seguridad alimentaria mundial:
Los cultivos genéticamente modificados permiten a los agricultores cosechar más alimentos sin necesidad de utilizar tierras adicionales. Por ejemplo, si los cultivos genéticamente modificados no hubiesen estado disponibles para los agricultores durante el 2015, el mantenimiento de los niveles mundiales de producción ese año habría requerido la siembra de 8,4 millones de hectáreas adicionales de soja, 7,4 millones de hectáreas de maíz, 3 millones de hectáreas de algodón y 0,7 millones de hectáreas de canola. Esto equivale a necesitar un 11% adicional de la tierra cultivable en los Estados Unidos, o aproximadamente el 31% de las tierras cultivables en Brasil o el 13% de la superficie cultivada en China.
Los cultivos genéticamente modificados permiten que los agricultores aumenten los rendimientos de los cultivos:
Los cultivos genéticamente modificados mejoran el bienestar y medios de subsistencia, especialmente para los pequeños agricultores pobres de los países en desarrollo:
Los cultivos genéticamente modificados contribuyen al éxito económico mundial:
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Fuente: ChileBio